Aprovechando que estos días parece que el apocalipsis está ya ahí, a la vuelta de la esquina, he pensado que sería bueno tratar algún tema serio. Como por ejemplo este asunto de los bocadillos. A primera vista puede parecer una tontería, pero si pensamos un poco nos daremos cuenta de que, al menos los que tenemos hijos, nos pasamos un montón de años preparando bocadillos día tras día todas las mañanas de colegio. Y si tienes dos o más criaturas en casa, eso son muchos, pero que muchos miles de bocadillos. Así que, ¿Por que no hacerlos lo más ricos posible y ahorrando tiempo y dinero?
Yo llevaré unos 10 años dedicando un rato nada desdeñable cada mañana a esta tarea, que por otro lado me resulta bastante gratificante, y calculo que me quedarán por lo menos otros 4 años más. Pero vayamos al grano. Cuando hablo de bocadillos me refiero al clásico bocadillo español que se hace con pan de barra. Nada que ver con el sándwich de pan de molde, que si, se mantendrá tierno, o mejor dicho "blandengue" durante días en su bolsa, pero jamás podrá albergar en su seno unas virutas de jamón con un mínimo de decoro. Para hacer un bocadillo en condiciones hace falta un pan de barra o baguette o chapata lo más recién hecho posible. Y ahí está el problema: que uno cuando se levanta a las 7 de la mañana no suele disponer de una panadería a mano a la que acercarse un momento en pijama.
Para eso, y ahí va solo el principio del "gran secreto", está el congelador. Confieso que durante muchos años no me convenció nada la idea del congelar el pan. El problema era que no lo utilizaba de la forma adecuada. Ponía el pan a congelar cuando ya había perdido su frescura. Luego cuando lo sacaba, lo descongelaba en el microondas y lo que me encontraba era un pan revenido y blandurrio que no valía para nada. Como alternativa solía guardar el pan de un día para otro en bolsas de plástico cerradas. No se ponía duro, pero cuando lo sacabas al día siguiente empezaba a asemejarse demasiado a su primo el pan de molde. Un desastre vaya. Y es que por aquel entonces, no hará más de dos años, todavía no me había sido revelado el gran secreto para tener siempre pan crujiente en cualquier momento. No voy a alargar más el suspense. Estas son las claves:
- El pan debe congelarse lo antes posible. Si está todavía caliente de la panadería, mejor.
- Y esto es lo más importante: antes de congelar debe cortarse previamente como si fuéramos a preparar los bocadillos en ese momento: es decir, al tamaño que queramos pero siempre cortado en dos mitades , aunque luego guardemos las mitades juntas en el congelador.
![]() |
No solo lo parece. A los pocos minutos de preparar el bocadillo el pan está tan tierno y crujiente como aparenta la imagen. Y a la hora del recreo sigue conservando esas cualidades.
|
En conclusión: si cuando vas a por el pan en vez de comprar una barra compras tres y cuando llegas a casa congelas dos de la forma indicada, además del posible ahorro, te aseguras de que al día siguiente por la mañana, o en cualquier otro momento, vas a poder preparar unos bocatas estupendos en un santiamén. Solo tienes que acordarte de tener algo para poner dentro. Aunque eso casi es lo de menos.
ME ESTA ENTRANDO HAMBRE RAMON, ME VOY A CENAR UN BOCATA
ResponderEliminarJeje, normal. Yo el de la foto lo hice para la ocasión con fines estrictamente documentales a eso de las 7 de la tarde, pero ya que estaba hecho, me lo comí sin ningún problema, antes de cenar.
EliminarQuisiera saber como envuelves los bocadillos en papel de alumino, papel film y tambien cuantas horas aguantan una vez envueltos. Muchas gracias.
ResponderEliminarHola Anuska,
EliminarEl asunto consiste en congelar el pan cortado ya para bocadillos. Lo meto en bolsas de plástico en el congelador.
Luego cuando se necesita se saca congelado y se hace el bocadillo normalmente. Lo ideal sería comerlo a la media hora o así, es decir, recién descongelado. Pero si no, se envuelve normalmente en papel de aluminio o como se quiera. Dependiendo del relleno y del tiempo lógicamente el pan ya no estará tan crujiente como recién hecho. Pero siempre estará mejor que si lo hubiéramos hecho con el pan del día de antes sin haberlo congelado.
Un saludo!
Si vas a usar tupper para llevártelo al trabajo, hace la función, o envolverías primero en aluminio y luego tupper?
EliminarHola Áxel. La verdad, no sé que decirte. Lo del papel de aluminio es un clásico para envolver los bocadillos supongo que por razones higiénicas y prácticas. Ya que supone un envoltorio rápido y casi hermético que puede meterse en la mochila sin más. Y si puede rezumar aceite, se pone en una bolsita de plástico y solucionado.
EliminarTengo mi bocadillo de paté congelado en la mochila, espero que al sacarlo esté comestible y bueno como aparenta en la imagen.
ResponderEliminarYa me contarás que tal la experiencia...
EliminarEl descongelado es al aire? Simplemente con media hora fuera del congelador ya está para consumir? Gracias!
ResponderEliminarAñado comentario para marcar recibir aviso
EliminarEn media hora, depende de la temperatura ambiente quizá no esté descongelado del todo, y envuelto en aluminio puede tardar un poquito más. Pero vaya, en una hora seguro que está ya listo.
EliminarGracias por visitar mi blog Áxel!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUna ves relleno que tal si lo pongo a tostar?
ResponderEliminarPerfecto. El pan congelado se puede tostar u hornear directamente y queda muy bien, con o sin relleno. Lo que hay que evitar en lo posible es ponerlo en el microondas.
EliminarUn saludo.
Si lo llego a saber..... creo que no voy a tener más niños para probar tus descubrimientos. Lo pasaré a l@s que están en ello. Todo un tratado. Gracias Ramón....bocataaaaaaa
ResponderEliminarJaja. Gracias Maite. Pero a cualquiera le viene bien tener siempre pan listo para bocatas en casa.😄
Eliminar