jueves, 16 de octubre de 2014

Las bicicletas... "ya están aquíiii" (con la tonadilla de la niña de Poltergeist)

Y han venido para quedarse. Eso que no le quepa duda a nadie. Podría estar hablando de cualquier ciudad de tamaño medio o grande, pero en concreto me estoy refiriendo a Zaragoza, la ciudad donde vivo y por la que me desplazo a diario para ir al trabajo, para dar una vuelta y para otras cosas. Yo y unas 600.000 personas más. Digamos que, sin llegar a la locura de las grandes urbes como Madrid y Barcelona, hay bastante gente moviéndose de un lado para otro. Sobre todo en horas punta. Y como hay distintos medios de ir a los sitios, pues ya está el lío montado. Porque parece que no es nada fácil poner de acuerdo a los distintos usuarios de la vía pública en cuanto a sus derechos y deberes ciudadanos. En fin, un problema de convivencia. Ni más ni menos que de "convivencia": la madre de todas las batallas de la historia de la humanidad, desde las riñas domésticas a las guerras mundiales. "Casi ná".

Hasta hace cosa de un mes todo iba más o menos "sobre ruedas" entre ciclistas, peatones y vehículos a motor. La situación era que las bicicletas podían circular, aparte de por la calzada y por los carriles bici, por aceras anchas y vías peatonales siempre que se cumplieran una serie de normas para evitar molestias a los peatones. Es verdad que siempre había algún energúmeno que incumplía las reglas y circulaba con su bici como si estuviera en una yincana. Y también es cierto que pocas veces se sancionaba esa actitud. El caso es que hace un mes el tribunal superior de justicia de Aragón dictó una sentencia que prohibía la circulación de la bicis por las aceras y demás espacios peatonales y venía a equipararlas en cuanto al código de circulación con motocicletas, coches y demás vehículos a motor. No se porqué me da que entre los miembros del tribunal debía de haber pocos amantes de la bicicleta.

Es evidente que en hora punta no es adecuado ir en bici por lugares muy transitados como la calle Alfonso. Esta foto tomada antes de la prohibición muestra a un ciclista que, con buen criterio, va caminando al pasar por allí. Sin embargo, cuando yo circulaba por ese mismo punto a las 7:15 de la mañana, puedo asegurar que  no molestaba absolutamente a nadie.
A esas horas no había ni hay mucha circulación. Los carriles bici, donde existen, son sin duda la mejor opción en cualquier momento. Pero, aunque cada vez hay más tramos disponibles, todavía queda mucho por hacer.
 
El revuelo que se ha montado con la aplicación de la nueva norma ha sido importante. Los peatones "militantes anti-bici" están entusiasmados tras habernos expulsado de sus dominios. De momento. Por otro lado, a la mayoría de ciclistas, entre ellos yo, no nos hace mucha gracia eso de meternos por la calzada entre un autobuses, taxis, y demás. Pero vaya. una vez que te pones, es cuestión de no perder la calma y ya está. Llevo unas tres semanas subiendo al trabajo en bici  "a reglamento" y no he tenido ningún problema. En tiempo, puede que incluso tarde menos ahora que antes. En cuanto al tercero en discordia: coches, taxis y autobuses, me da la impresión de que, sin quererlo ni beberlo,  han sido y van a ser los más perjudicados. No les queda otra que adaptar su ritmo al de las bicicletas en muchas vías. Por eso, y sobre todo por el peligro que supone para el ciclista, creo que se debería flexibilizar algo la norma y permitir a las bicis circular por ciertos espacios en determinadas circunstancias.

Esta foto tomada en Varsovia ejemplifica lo que para mi es la clave de este asunto: tolerancia y sentido común. Añadiendo un poco de estos dos ingredientes, peatones, bicicletas y vehículos a motor podríamos convivir mejor sin tirarnos los trastos a la cabeza. Que bonita es la utopía, ¿verdad?




En cualquier caso lo que tengo muy claro es que el avance de la bici en ciudades como Zaragoza es imparable. Y eso va a ir siempre, ya lo siento por la industria del automóvil,  en detrimento del uso del coche particular, que en mi opinión solo está justificado en ausencia de otra opción mejor. Por clarificar un poco, pongo a continuación una  lista  en la que imagino que casi todo el mundo estará de acuerdo:

Orden de preferencia en los modos de desplazarse por ciudad:

Esta clasificación, análoga a la de un electrodoméstico quizá pueda ser útil para ver como están las cosas. Los modos de desplazamiento F y G, en mi opinión, pronto tendrán que desaparecer, como las bombillas incandescentes. Es una cuestión de sentido común. ¿Que justificación tiene mover 2000 kg a base de quemar gasolina para transportar a un ser de 80 kg? Si, es posible que el individuo o individua en cuestión se lo pueda permitir económicamente. Pero, ¿podemos permitirnos ese derroche como ciudadanos? ¿Debemos tragarnos todo ese humo innecesario sin rechistar?

Bueno, el tema da para mucho más, y seguro que volveré a él en breve. Pero para empezar, creo que puede valer.

Por cierto. Para variar, me gustaría recibir vuestras opiniones sobre el tema, tanto a favor como en contra y que se generara algo de debate. ¿Será posible? ¿O es otra idea utópica? 

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