jueves, 31 de marzo de 2022

Lo improbable

El adjetivo improbable puede tener dos significados: algo que es muy difícil que ocurra o algo que no se puede probar. Que cada cuál elija el que conviene más a este increíble caso. Yo lo tengo muy claro.

Veréis. Resulta que la fiscalía ha archivado la investigación del "presunto" amaño en algunas  oposiciones a funcionarios del ayuntamiento de Zaragoza entre otras razones porque  “si bien se aprecian las anomalías apuntadas en las preguntas formuladas, podría tratarse de omisiones involuntarias". No sé si para llegar a esta conclusión se habrán molestado en estimar qué probabilidad había de que en vez de un amaño planificado se tratase de unos simples errores involuntarios. Yo sí. Una entre 43 millones. 

Ejemplo ficticio del "presunto marcaje". ¿Una omisión involuntaria? ¿En 8 preguntas del mismo tema en un examen?

Otra de las sorprendentes "razones" que aduce la fiscalía para no investigar el asunto es que  "sería de gran dificultad identificar a los posibles responsables ya que “en cada tribunal hay seis personas, distintas en cada caso”. Elemental, mi querido Watson. Ente tantísimos sospechosos, mejor olvidarse del caso.

También se dice que "en ninguno de los casos las anomalías son determinantes del resultado de la prueba por su poco número en relación al total de preguntas”. Esto también es para nota. Cuántos opositores se quedan fuera de un proceso por haber fallado solo una pregunta más que los que han superado la prueba. En este caso se trataba de "solo" 8 preguntas "presuntamente" marcadas.

Pero lo gordo es que este "presunto" fraude se ha detectado en al menos 4 exámenes para distintos puestos en los últimos años, con distintos equipos de gobierno al frente del ayuntamiento, todo hay que decirlo. Y como el "presunto" marcaje fraudulento consistía unas veces en poner un punto al final  de la respuesta correcta y otras justo al revés, o sea,  en dejar sin ese punto solo la respuesta buena, pues la fiscalía ve en esta circunstancia otro motivo para dejar de investigar alegando que  “El patrón de indicación difiere y parece difícil de identificar para el aspirante”. Claro, como el "presunto"  aspirante compinchado lleva cuatro veces presentándose a distintos puestos y aun así no aprueba, ya se hará un lío con lo de las marcas, el pobre. Un argumento curioso, verdad.

No tengo ninguna implicación directa con este asunto, pero si me pongo en la piel de la gente que tras mucho esfuerzo se ha quedado sin obtener un puesto de trabajo fijo mientras otros "presuntamente" les han arrebatado su plaza haciendo trampas...