miércoles, 12 de junio de 2013

¡Házlo por la mañana!

Así reza el eslogan de la última campaña de una marca de ropa para jovenzanas. No es la clase de prendas que suelo llevar, pero la recomendación y el espíritu de la campaña me parecen perfectos.

Esto viene a cuento de que con la llegada de los calores esta mañana he iniciado mi tercera temporada de madrugones atléticos. A las 5:45 ha sonado el despertador. Tras unos minutos de indecisión, más que justificados,  me he levantado decidido y me he calzado las zapatillas. A las 6 estaba en la calle y las dudas se han disipado al instante.

El frescor del amanecer, el canturreo de los pájaros, la suave luz, hacen que el trotar a esas horas se convierta en algo realmente vivificante. Nada que ver con pegarse una sudada a las 8 de la tarde esquivando  gente, moscas y calor, mucho calor. Como una imagen me parecía insuficiente para captar todo esto, he   grabado este pequeño vídeo esta misma mañana. ¡Imprescindible activar el sonido!


Así que para celebrar el momento, mientras corría iba pensando en el título que le pondría a esta entrada, que como expliqué en el articulillo anterior, es lo primero que hago cuando planeo escribir algo. A pesar de lo sugerente  de la situación  sólo se me ocurrían ripios como "Para correr en verano, levántate temprano" y cosas así. Hasta que me ha venido a la cabeza la campaña de Desigual: "Hazlo por la mañana", que aprovecho para recomendar al que no la haya visto. Y el que no la quiera ver, pues se la cuento. Va de unas guapas jovenzuelas que comienzan el día  con la jovialidad y buen ánimo que no da una simple taza de Special-K. O sea que se han dado un buen revolcón y así de contentas están las mozas. Y es que un buen polvo le levanta la moral a cualquiera. Y si es antes de empezar el día, pues miel sobre hojuelas. En fin. Un mensaje intemporal que por obvio no deja de ser pertinente recordar. A cualquier hora.



Total que, volviendo  al punto donde lo dejé,  lo de echarse a correr pronto por la mañana es de lo mejor que uno puede hacer en verano. Salvo que se nos presente a esas horas una alternativa más estimulante, que, en mi opinión,    jamás deberemos desaprovechar. Aunque estemos preparando la carrera más importante de nuestra vida.