Hace ya años que me di cuenta de que esto de las "vacaciones" no es otra cosa que uno más de esos mitos maravillosos que solo existen de forma plena mientras uno es un niño. Así lo veo yo.
Aquella holganza absoluta y despreocupada durante un interminable verano no se sostiene mas allá de la adolescencia, salvo en casos excepcionales y poco edificantes.
Sin embargo, cuando hablamos de nuestras vacaciones presentes, estamos inconscientemente evocando aquellas vacaciones primigenias y auténticas, aun sabiendo que las de ahora no se parecerán casi en nada al original. La realidad y las circunstancias cotidianas acaban desdibujando aquella romántica idea hasta desposeerla de gran parte de su significado.
Niños disfrutando de sus Vacaciones.
Da igual que nos embarquemos en el crucero mas caro, que hagamos el viaje mas alternativo, que pasemos el verano en el pueblo o que nos quedemos en casa reformando la cocina: Tras finalizar el periodo vacacional es casi seguro que en ninguno de los casos nos habremos aproximado siquiera a aquella plenitud soñada. Eso sí, en el último de ellos, al menos tendremos algo realmente contundente que mostrar a las visitas.
Por supuesto que hay instantes, días, incluso semanas en los que sí nos reencontramos con esa felicidad buscada. Menos mal. Pero a mi parecer, estos momentos poco tienen que ver con el hecho de que uno esté de vacaciones o no. Eso es lo que yo pienso.
Por supuesto que hay instantes, días, incluso semanas en los que sí nos reencontramos con esa felicidad buscada. Menos mal. Pero a mi parecer, estos momentos poco tienen que ver con el hecho de que uno esté de vacaciones o no. Eso es lo que yo pienso.
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