miércoles, 23 de enero de 2013

Mystic River

Río Ebro en Zaragoza. Punta de la crecida con un caudal de 1800 metros cúbicos por segundo
Esta mañana el río Ebro mostraba el magnífico aspecto que se puede ver en la fotografía de arriba. Un espectáculo digno de ver. Hace 6 años que no se veía una riada de esta envergadura. Aun así, el caudal no ha alcanzado el límite de los 2000 metros cúbicos. Lo que quiere decir que no se ha salido de su cauce, según la legislación vigente.

Por mucho que intentemos confinarlo, cuando el río crece de verdad, de poco sirven las débiles barreras con las que intentamos defendernos de la fuerza de sus aguas. En esos momentos el río  vuelve por sus fueros. A por lo que ha sido, es y será suyo. Y le trae sin cuidado lo que esta insignificante y desquiciada civilización pueda perpetrar para intentar doblegarlo. Para él solo habremos  sido lo que para nosotros es un simple resfriado.

9 comentarios:

  1. Preciosa fotografía. Como estos días salen noticias en los medios a todas horas de la crecida del Ebro, el resto de España se lleva una idea equivocada con el agua, parece que nos sobra y que no queremos dar.

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    1. Gracias Pedro.
      Es verdad lo que dices. Ahora hay demasiada agua en muchos sitios, pero en verano probablemente andaremos escasos...
      Saludos.

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  2. Ramón, un saludo desde Barbastro. Acertada fotografia del Ebro
    y por las buenas crónicas de tu blog. Esperemos que esta campaña de riego no ande tan escasa el agua como el año pasado.

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  3. Gracias hombre,
    Si, con tanta nieve seguro que este año va mejor. Por cierto, podías darme una pista de quien eres.
    Saludos.

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  4. Ramon soy Conrado Porquet, coincidimos en el Grado el dia que subiste a aforar en el Canal del Cinca. Un saludo

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    1. Hombre Conrado,
      Claro que me acuerdo. Me alegra verte por aquí.
      Un saludo y recuerdos a tu hermano.

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  5. Clásica foto en cada crecida digna de mención en Zaragoza.
    Los ríos crecen naturalmente aunque intentemos contenerlos con las presas y los diques laterales. El gran Ebro no cabe en el sitio que se pretende. Los campos que ahora se inundan, se benefician los otros años de la riqueza de esta vega y de las motas que los protegen de crecidas menores. Es una convivencia necesaria: agua y territorio

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