miércoles, 21 de diciembre de 2011

De como salí un día a correr, y acabé cantando villancicos con los del grupo 7:45

El sábado pasado, después de una semana en la que había salido a correr tan sólo un día, (a penas manteniendo las constantes vitales, diría alguno) madrugué  dispuesto a agregarme a este grupo del que ya he hablado en otras ocasiones. Para el que no lo sepa, además de dedicarse a labores humanitarias, como la de acogerme a mí y a algún otro despistado que aparece por allí de higos a brevas, tienen la sana costumbre de salir a correr todos los sábados, domingos y fiestas de guardar a las 7:45 desde el mismo lugar. Independientemente de que sea verano, invierno o haga frío o llueva o nieve o sople un cierzo del carajo. No obstante ese día, yo que soy algo mas flexible con mis rutinas, antes de salir de casa asomé la cabeza por la ventana y comprobé que, aunque hacía fresquito, el viento estaba en calma, lo que me animó definitivamente a tirarme a la calle aun no habiendo todavía amanecido.

Hacía más de un mes que no me juntaba con esta buena gente, pero por supuesto, allí estaban. En esta ocasión había más personal de lo habitual. Tras intercambiar algunos saludos y presentaciones, iniciamos el trote  hacia los montes de Juslibol. El ambiente tan festivo que se respiraba y la gran concurrencia se debían, según me dijeron, a que esa mañana, entre otros actos, se iba a montar un belén y se celebrarían varios cumpleaños a la vuelta. 

La del alba sería cuando.... (Gracias por las fotos a Carlos Sevillano y Pedro Juste)

Una parte del grupo pasando por Juslibol.

Enfilando la "cuesta de la cadena". Un método infalible para entrar en calor.


Al poco rato, y para empezar con los actos festivos, se distinguió a la admirada atleta que se dispone a descorchar la botella, poniendo su nombre a una de las sendas que forman parte de los recorridos habituales del grupo . En pocas ocasiones me había sentado tan bien una copita de champán.

 Sobre estas líneas, vaso en mano,  la mayoría de los que allí estábamos ese día.



Tras esta primera etapa, continuamos, sube y baja, hasta llegar al lugar que habían escogido para instalar el belén. El sitio era de lo más apropiado. Una cuevecilla enclavada sobre un escarpado risco desde el que la vista del valle de Ebro era espectacular.




Justo cuando estaban colocando las figuritas, un rayo de sol comenzó a iluminar la escena y en un momento el valle entero se inundó de color:
Que si. Que lo de que "se inundó de color", aparte de un poco cursi, iba en serio.



Disfrutando de estas espléndidas vistas, emprendimos el camino de vuelta por la zona de los galachos. 

Lo de correr junto al río Ebro por estos parajes, hay que reconocer que es un auténtico privilegio.


En resumidas cuentas: Un agradable entrenamiento de casi 14 km que se me hicieron tan cortos y entretenidos como si hubiera estado de tapas por el Tubo. Y todo gracias a esta panda de locos que no tienen otra cosa mejor que hacer a esas horas de la mañana. Ah, se me olvidaba. En la escena del Belén, se cantaron unos villancicos, como requería la ocasión.

7 comentarios:

  1. Sin ningún género de dudas un entreno fantástico... Supongo que pensarás repetir, no..?

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  2. Gracias Carles y Paco,

    Pues si que es un buen lugar para correr. Si alguna vez os surge la ocasión... sería un placer contar con vuestra compañía.

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  3. Después de estar con Elsa Pataky lo nuestro va a estar muy descafeinado je.je., no tardes en venir bandido, a los demás lo mismo ¡¡¡¡animaros¡¡¡¡¡.

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  4. Hola Ramón, gran crónica y reportaje fotográfico añadido, dignos de tener un hueco en una bitácora tan expresiva como ésta. :-D

    Pedro J. y Eva han enlazado en sus perfiles de Facebook con tu blog, así que será -y serás- más famoso aún si cabe.

    En cuanto a tus colegas varios (Elsa Pataky inclusive), como apunta Pedro J. no hay color a nuestro lado, pero siempre puede venirse a hacer uns kilómetros a la vera de la "Armada Roja", je, je.

    Y si no viene ella, estaremos encantados con tu presencia o la de otros amigos, siempre que quieras ya sabes dónde encontrarnos, y a qué hora de la madrugada. ;-D

    Saludos atléticos de Antonio B.- Grupo "7:45".

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  5. Que bonito lo has contado. La verdad es que siempre lo pasamos genial en el Grupo 7:45. Tienes que venir más veces.

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  6. Pedro:
    No te preocupes, cada cosa tiene su momento;-)

    Antonio:
    No se si lo de Elsa podrá ser, pero... se hará lo que se pueda, jeje.

    Eva:
    Ya me gustaría ir más a menudo con vosotros, pero muchos fines de semana los paso aquí en Barbastro.

    Ah, y gracias a los tres por acercaros por aquí y dejar vuestros comentarios.

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